martes, 23 de diciembre de 2008

LA ESTRELLA DE BELÉN...

...La estrella de Belén es sin duda uno de los iconos principales de la Navidad. El astro que, según la tradición, guió a los Reyes Magos hasta el lugar en el que se encontraba Jesús se convirtió en un símbolo de la fe cristiana cuya vigencia aún perdura.Veinte siglos después, la ciencia se pregunta todavía acerca de la naturaleza exacta del fenómeno.Un cometa, una supernova, una conjunción planetaria... Múltiples han sido las explicaciones que se han dado para justificar la presencia de la estrella de Belén en el momento del nacimiento de Jesús. Huyendo de las de índole religiosa o mágica, los astrónomos creen que efectivamente ocurrió algo fuera de lo común en el cielo, y están intentando descubrir qué fue. La ventaja de la Astronomía es que los fenómenos que estudia dejan un cierto rastro, si se sabe dónde mirar, y que los movimientos de los astros son predecibles hacia el futuro, pero también hacia el pasado. El principal problema reside, no obstante, en un hecho capital: determinar la fecha exacta del nacimiento de Cristo. Sin ella es difícil llegar a conclusiones precisas.
Buscando pistas...
La Biblia no es un libro científico, pero nos puede aportar información. Los Evangelios de Lucas y Mateo mencionan que Jesús nació durante el reinado de Herodes, lo cual nos proporciona un marco de referencia, ya que este murió en el año 4 a.C. Dado que Herodes mandó matar a todos los niños de menos de dos años para evitar la profecía de la llegada de un nuevo rey de los judíos y que Jesús se vio afectado por este hecho, se supone que su nacimiento se produjo entre los años 6 y 4 a.C. En cambio, Lucas afirma que sucedió durante el censo de Quirino, en el año 6 de nuestra era. Es probable que Lucas estuviera equivocado o se refiriera a otro acontecimiento, pero en todo caso, puede inferirse que Jesús nació entre los años 6 a.C. y 6 d.C. Durante ese período ocurrieron muchos fenómenos, pero pocos encajan con lo descrito sobre la estrella de Belén. Podemos imaginar que fue un suceso astronómico porque se habla de ella como un objeto que asciende sobre el horizonte (como lo hacen todos los astros por el movimiento de rotación de la Tierra). Otros opinan que no existió y que se inventó su presencia para que coincidiera con una de las profecías del Antiguo Testamento. Si es difícil determinar el año de nacimiento, aún lo es más averiguar el día. La celebración tradicional, empezando por el 25 de diciembre y acabando el 6 de enero, no deja de tener sentido, pero muchos estudiosos opinan que estas fechas se eligieron por otros motivos, como sustituir una anterior fiesta pagana. Suponiendo que ocurriera y si llamó la atención de los Reyes Magos, el fenómeno tuvo que ser relevante, por lo que los astrónomos han buscado algún acontecimiento que hubiera merecido ser registrado en los libros de Historia. El insigne Johannes Kepler calculó en 1614 que en el año 7 Saturno y Júpiter protagonizaron tres conjunciones. Este tipo de cálculos era habitual en los estudios astrológicos, pero Kepler fue más allá y afirmó que una conjunción pudo haberse tomado como un astro de mayor brillo, dando lugar a la leyenda de la estrella de Belén. Se han considerado otras conjunciones, como la de Urano con Saturno en el año 9 a.C. o con Venus tres años después. Pero Urano es un planeta tan lejano (ni siquiera era conocido como tal) que su luz poco pudo aportar a la leyenda. Otros ejemplos de conjunciones los tenemos en las series ocurridas entre los años 3 y 2 a.C., en las que se vieron implicados Júpiter, Venus y la estrella Regulus. Una nova, una estrella que ha estallado multiplicando su brillo temporalmente, sería una candidata más adecuada porque implica una aparición súbita. Los cometas también pueden hacerse muy visibles en el cielo cuando se acercan mucho al Sol. Chinos y coreanos localizaron una nova o un cometa en el año 5 a.C, una fecha dentro del marco temporal considerado. Ya que los cometas poseen una cola en forma de arco, esta podría haber dado a los Reyes Magos la impresión de una estrella señalando hacia un lugar. Continuando con el catálogo de eventos astronómicos, las supernovas, estrellas que han explotado y que pueden emitir durante un breve tiempo más energía que toda una galaxia, son otro candidato ideal. Los cálculos más aceptados sobre la fecha de nacimiento de Jesús sugieren que la galaxia de Andrómeda se mantuvo visible sobre Belén en ese preciso momento. Si una supernova hubiera estallado entonces en dicha galaxia, habría sido interpretada fácilmente como una estrella anunciadora.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
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